viernes, 12 de junio de 2009

Trabajo Práctico Nº 3

Web 2.0
En días donde las tecnologías de la comunicación avanzan de manera vertiginosa, surge lo que conocemos como web 2.0. Una herramienta basada en una comunidad de usuarios y con una amplia gama de servicios, como son las redes sociales, blogs, páginas con fotos o videos caseros. Estas funciones fomentan la contribución y el intercambio ágil de información, datos o curiosidades entre los usuarios de las mismas.
La idea de la web 2.0 es que la información subida, este a consideración de los usuarios que hacen que se enriquezcan con los aportes que se le hacen. Hoy en día la mayoría de los que estudiamos comunicación tenemos alguna herramienta relacionada con la web 2.0. Esto nos permite tener facilidades a la hora de querer expresar una idea o algún tipo de información.
Cuando se menciona el término web 2.0, este hace referencia a una serie de aplicaciones y páginas de Internet que utilizan la inteligencia y la imaginación colectiva para brindar servicios interactivos en red dando al los usuarios en control de sus datos.
En el caso de las redes sociales, se puede estar en contacto con todos aquellos con los que compartimos gustos, ideologías, pensamientos, sentimientos, etc. Permite que las brechas de distancias sean, cada vez, más cortas. No sólo sirven para el uso profesional, sino también para las relaciones personales a distancia.
La web permite una interacción constante y virtual, a diferencia de los sitios web 2.0 que actúan más como puntos de encuentro, que como una página de servicios o información tradicional.
En nuestros casos personales la utilización de los blogs permite aportar una mirada diferente sobre diversos temas de cierta relevancia. En nuestros casos como la contaminación, funciona como plataforma de despegue para colaborar con una problemática de actual y que preocupa a nosotros y a generaciones futuras. Ya sea como el tratamiento de residuos, o la utilización de terrenos para que sean rellenos sanitarios, es importante la difusión a la comunidad.
Creemos que la web 2.0 nos ayuda para aportar un enfoque distinto sobre la contaminación. Puede utilizarse, no sólo para difundir, sino también para conocer que se esta realizando en otros países en esta materia. Su incidencia es positiva, si se tiene en cuenta su utilización como motor de ideas y de expresiones de los más variados temas.

Realizado por:

Bonafe, Juan.
http://www.bonafejuanjose113813.blogspot.com/

www.youtube.com/watch?v=WDdW7-aeXIM

miércoles, 20 de mayo de 2009

Trabajo Práctico Nº 2

Números que asustan

En la nota anterior, titulada Hagamos historia, se dio una introducción al tema a desarrollar. La contaminación del río Matanza – Riachuelo debe afectarnos a tal punto de resultarnos imposible de aceptar la situación actual. Se han dado varios datos en el desarrollo de la nota. Así, creo necesario demostrar con números lo planteando en el texto anterior.
Empecemos cronológicamente. Se dijo que el saneamiento del río es una cuestión histórica y rara vez tratada en la agenda política (salvo en tiempos de elecciones). Lanación.com publicó en 2007 y actualiza de vez en cuando, la problemática del Riachuelo. En su espacio Especiales multimedia, cuenta la historia de la Cuenca año tras año. El primer registro que ofrecen es en 1810, cuando se instalaron los saladeros, quines resultaron ser la primera fuente de contaminación. Al año, las autoridades se comprometieron a limpiarlo de los desechos ocasionados por las curtiembres, saladeros y mataderos. En 1854 se comprobó por primera vez la imposibilidad de vida orgánica en la zona. Ya en otro siglo, 1917 específicamente, Nación y Provincia acordaron sanearlo, no hay registros de los avances de esas obras. Luego de esa fecha, el Riachuelo sufre un abandono de más 67 años. Recién en 1980 comenzaron una limpieza del lecho de los buques hundidos. En 1987 en un convenio entre Nación, Provincia y la Ciudad de Buenos Aires se estipuló la inversión de 1000 millones para resolver los problemas ambientales. 1993: Maria Julia y sus mil días. En el 2003 el defensor del pueblo Eduardo Mondino declaró emergencia ambiental presentando un informe sobre la Cuenca. 2005: Kirchner y De Vido quisieron sanear el río contratando a la empresa china llamada Río La Perla, con experiencia en el campo, nunca se llegó a nada. En el 2006 la Corte intimó al Estado a presentar un plan de saneamiento en 30 días (las autoridades tardaron 4 meses). 60 días después, diputados lo convirtió en ley. 2007: las empresas negaron responsabilidades. Y finalmente, en el 2008, el Gobierno pidió un préstamo de 200 millones para el saneamiento.[1]
El sitio Parlamentario.com adhiere a ubicar los comienzos de la contaminación en el siglo XIX: “ya en 1822 el Riachuelo estaba sucio y por esa razón el Gobierno decretó prohibir la instalación de saladeros, curtiembres y fábricas, aunque sin resultados visibles. A mediados de 1871 seguía contaminado y la Cámara de Diputados bonaerense acordó canalizarlo y limpiarlo...”.[2]
Ya por estos tiempos, Clarín ha publicado notas esporádicas respecto al tema. Una de ellas, del año 2003, citando a la Asociación vecinos de la Boca, da cuenta que el 55% de los vecinos de la Cuenca no tienen cloacas y el 35% no tiene agua potable.[3] En otra de sus notas, subida por Barrameda.com, vuelve a insistir en que los desechos cloacales y la basura, junto con las industriales, son fuentes principales de la contaminación. Además de los datos anteriormente citados, la Cuenca recibe 368.000 metros cúbicos de aguas residuales domésticas por día y sólo el 5% recibe tratamiento previo.[4]
Greenpeace realizó un informe muy completo en abril de este año. Con respecto a la otra fuente principal de contaminación, la industrial, asegura que diariamente se descargan en el río 88.000 metros cúbicos de líquidos industriales. Según esta fuente, “datos no muy certeros indican que de las 3.000 empresas relevadas en la cuenca, 100 son responsables de alrededor del 83% de la contaminación industrial”.[5] Si bien fuentes oficiales dicen que hay poco más de 4.000 empresas en la Cuenca, se cree que en realidad hay entre 12.000 y 15.000 pequeñas y medianas empresas. Otro dato, brindado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable a través de un estudio, reveló que las curtiembres son las que más desechos arrojan: 50%. A estas le siguen los frigoríficos, con un 20%. El restante 30% lo completan empresas de diferentes campos.[6]
A modo de conclusión: los números no hacen más que demostrar una situación que es tan evidente que asusta. Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia. El citado informe de Greenpeace es muy completo y se recomienda la lectura completa del documento para informarse de la situación actual del Riachuelo y su Cuenca. El segundo paso es actuar: no empeorar la situación y obligar al Estado a cumplir sus promesas. Contribuir en el saneamiento del Riachuelo y su Cuenca debe ser una obligación de todos los ciudadanos y no solamente de los vecinos afectados.

[1] http://especiales.lanacion.com.ar/multimedia/item.asp?m=15
[2] http://parlamentario.com/articulo-153.html
[3] http://www.porlareserva.org.ar/Noti030410.htm
[4] http://www.barrameda.com.ar/articulo/riachue1.htm
[5] http://www.greenpeace.org/raw/content/argentina/contaminaci-n/plan-de-rescate-para-el-riachu.pdf, Pág. 2 y 3
[6] http://www.greenpeace.org/raw/content/argentina/contaminaci-n/plan-de-rescate-para-el-riachu.pdf, Pág. 6

miércoles, 13 de mayo de 2009

Trabajo Prático Nº 1

Hagamos historia

El Riachuelo y su Cuenca. Cuesta creer esta realidad. Cuesta y duele. Quizás a partir de este dolor se pueda actuar más allá del discurso, más allá de protestas esporádicas, más allá de la casi nula solidaridad con los que tienen que convivir con ella. El río Matanza – Riachuelo es un curso de agua que recorre 64 km. y desemboca en el Río de la Plata. En su cuenca viven alrededor de de 4.800.000 de personas . Está considerada dentro de las más contaminadas del mundo, todas coinciden que se encuentra dentro de las 10 primeras y algunas, incluso, van más lejos: forma parte del podio, en tercer lugar.

Greenpeace comenzó una campaña para salvar al Riachuelo. Según un informe dado a conocer por la organización, “muestras de descargas liquidas y sedimentos tomados en distintos puntos de la cuenca, arrojaron como resultados altos niveles de sustancias contaminantes como nonilfenol, que daña el sistema reproductivo; exaclorociclohexano, que es cancerígeno; clorobencenos, que provoca alteraciones en el hígado, los riñones y el sistema nervioso; tolueno, que afecta el cerebro y los riñones...” Además, hay un dato obvio pero que vale la pena mencionar: el estado del Riachuelo está igual o peor que hace diez años. Otro estudio, realizado en el 2004 por la Asociación de Vecinos de La Boca, confirma la situación crítica: 8.500 toneladas de hierro, 67 barcos inactivos, un lodo letal formado por venenosos metales pesados y sedimentados con un espesor que llegan a siete metros de profundidad, 4 millones de metros cúbicos de barro contaminado, resultante de desperdicios orgánicos e inorgánicos volcados por las industrias. Reflexionemos un momento en todos estos datos y pensemos si en estos cinco años que han pasado desde la publicación del informe de los vecinos hasta el día de hoy, algo se ha modificado...

¿Dónde debemos buscar respuestas y soluciones a esta situación? Veamos primero el accionar del estado. La cuestión del saneamiento del Riachuelo es de carcter histórico y generalmente sólo forma parte de la agenda política en los períodos previos a las elecciones. Los políticos parecen recordar el problema y prometen la limpieza y recuperación de la zona. Seguramente el caso más emblemático es el de María Julia Alzogaray, Secretaria de Medio Ambiente en 1993, cuando presentó un proyecto de saneamiento en 1000 días. Para empezar, es casi imposible realizar la tarea en ese tiempo, sin embargo hubiese sido, al menos, un buen punto de partida. El resultado es conocido por todos: el proyecto nunca llegó a realizarse y la “señora” está imputada actualmente por enriquecimiento ilícito. Actualmente, se firmó un convenio entre la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo de Homero Bibiloni y los intendentes afectados, donde se destinarán “30 millones de pesos para la constitución de cooperativas de trabajo que se abocarán al saneamiento de basurales y la limpieza de arroyos [...] Se generarán 750 puestos de trabajo e impactará sobre la salud y el ambiente de unos 260 mil habitantes...” . Ojalá que el convenio se respete y, otra vez, pueda resultar como un buen punto de partida, pero sólo eso. Por ejemplo, el río Tieté de San Pablo, Brasil, es como nuestro Riachuelo. En 1999 pidieron un crédito por 400 millones de dólares para sanear el río. Luego utilizaron otros 400 millones más para eliminar las inundaciones urbanas. Desde el 2002 al 2005 trabajaron 200 maquinas y 4 mil empleados repartidos en tres turnos que abarcaban las 24 hs. del día. “Antes del inicio de la limpieza del Teité, la mancha de contaminación del río se extendía 300 km. hacia adentro de San Pablo. La mancha ya retrocedió 120 km. y hoy es posible encontrar peces a 180 km” , afirma Luis Esnal, del diario La Nación. Al lado de la inversión brasilera, nuestros 30 millones quedan opacados ante tamaño proyecto; sin embargo, mientras se cumpla con lo estipulado, es, al menos, un comienzo.

El Estado no debe resultar el único responsable de esta realidad. La sociedad también tiene su cuota de participación y no es de un porcentaje menor al estatal. Hay indiferencia y poca solidaridad con aquellos que viven las cuencas altas, medias y bajas. La Asociación de Vecinos de La Boca dice que “por más espectaculares que sean los secuestros, robos y asesinatos cada día, la inseguridad también es ambiental, y se cobra muchas más vidas que la violencia callejera” . Apoyar a Greenpeace en alguna protesta o mandar un mail adhiriendo a la causa no alcanza. Debemos abrir los ojos y darnos cuenta de lo crítica que es la situación. Ponernos en pie de guerra y hacernos escuchar al Estado que deberá cumplir con la pautado. No contribuyamos a este abandono del planeta y sus recursos naturales. Históricamente estamos acostumbrados a ignorar este tipo de luchas porque afectan a otros. Pensamientos como este deben ser erradicados, hagamos historia y cambiemos el rumbo.

Navegando por la web

Para la realización de la primera nota titulada Hagamos historia tuve que navegar por diferentes buscadores. Por una cuestión de costumbre, el más utilizado para la publicación fue Google. Sin embargo , hay otro buscador que resultó indispensable: Yahoo. De éste se obtuvieron dos de las fuentes citadas que fueron importantes.

La problemática planteada, como era de esperar, fue confirmada por todos las fuentes consultadas: la contaminación del río Matanza – Riachuelo va en aumento, el Estado no actua y la sociedad (salvo los grupos afectados directamente y algunas organizaciones) pretenden ignorar el tema.


En cuanto a las fuentes, los sitios de Greenpeace y Ecoportal fueron fundamentales. Más allá de las fuentes citadas en la nota, los sitios me sirvieron para interiorizarme en la problemática a tratar y, principalmente, para definir mi posición sobre el tema. Greenpeace hizo tres publicaciones en estos últimos diez días: dos notas sobre la camapaña “Rescatemos al Riachuelo YA” y un informe muy completo qu demuestra el deterioro ambiental de la cuenca en relación a como estaba diez años atrás. Además creó un blog administrado por Consuelo Bilbao para realizar un seguimiento de la campaña. Ecoportal ofrece notas publicadas en diarios como La Nación y Clarín, además de informes de la Asociación Vecinos de la Boca. Si bien éste material es de hace 5 años su vigencia es incuestionable.

La experiencia fue enriquecedora y no termina en este punto. Hay más sitios que visitar, nueva información que chequear y distintos problemas que están “perdidos” en el ciberespacio y esperan ser encontrados.